El autor plantea la asimilación de la Masonería con la Tradición Hermética y de ambas con la tradición pitagórica en cuanto se rigen por el número y la geometría, lo que en la Masonería es evidente. A continuación, de modo magistral pasa a exponer en siete apretados y sintéticos capítulos su punto de vista poniendo especial énfasis en el sentido de los números y las figuras geométricas y las propiedades inmutables que los signan de acuerdo a los pitagóricos, y a la totalidad de las tradiciones, aún las más arcaicas, agregaríamos nosotros. El desarrollo es claro y se sigue con toda atención dando posibilidades indefinidas a aquellos que captan adecuadamente la simbólica encerrada en ello, directamente relacionada con la potencialidad de la cosmogonía y el estudio de la forma cósmica como soporte de la meditación y la realización metafísica. 

Sin embargo, hay otros elementos en este libro que igualmente queremos comentar. En efecto, el estudio está precedido de un Avant-propos del editor y tiene un epílogo donde se publican diversas cartas de Guénon a Reghini. Como se ve la edición lleva también otro propósito: el legítimo deseo de emparentar a dos autores tradicionales contemporáneos que, de hecho, estuvieron ligados por el conocimiento mutuo de sus obras y artículos, de lo que se da cuenta en su relación epistolar. 

Arturo Reghini nació en Florencia, Italia, el 12 de noviembre de 1878 en una antigua familia del lugar; inteligente y precoz no tardó en desarrollar una enorme cultura, y así se lo ve en su juventud frecuentando a escritores, artistas, filósofos y hombres de ciencia entre los que se destaca como matemático y filólogo, en los cafés dedicados a estas tertulias, tales el Caffé delle Giubbe Rosse y el Paszkowski. Animador de los círculos espirituales de cara al materialismo que se imponía a fines del siglo XIX funda la revista Biblioteca Filosófica, a la que seguirán Athanor e Ignis. Masón de grado 33 trata de restaurar el espíritu masónico tradicional en varias logias e incluso en sociedades esotéricas de distinto tipo. Trabajador infatigable en pro de sus ideas participa activamente en la sociedad italiana y europea de su tiempo. Su obra es vasta y remarcable (como sus estudios sobre Dante), muchas veces ligada a intereses inmediatos dado su carácter inquieto y su labor difusora. Pero sus dos grandes obras son Por una restitución de la Geometría Pitagórica, a la que sigue Los Números Pitagóricos, en siete tomos, aún hoy inédita, y base de esta obra que comentamos. 

El principal paralelo entre la actuación e influencia de Guénon y Reghini se basa en que ambos son representantes de la Filosofía Perenne y reformadores, o mejor, readaptadores de la Doctrina al tiempo que les toca vivir; podría señalarse también su comprensión profunda del simbolismo geométrico y aritmético que Guénon pone de manifiesto en El Simbolismo de la Cruz y en Los Principios del cálculo infinitesimal, así como a lo largo de todo su discurso. De allí el interés que demuestra en la obra de Reghini -cosa no muy frecuente en él- e inversamente el profundo respeto de éste por la obra guenoniana presente en su correspondencia, al punto de difundir su pensamiento entre numerosos amigos y alumnos en Italia, Julius Evola incluido. F. G.