TRABAJO MASONICO *

SIETE MAESTROS MASONES

Históricamente la Masonería actual aparece en el siglo XVIII como resultado de formas iniciáticas muy anteriores. Lo que de éstas debía conservarse la Masonería lo hizo adaptando las formas y conservando el contenido. Esto es lo esencial, que la Masonería es una Orden iniciática que transmite una iniciación, la cual posee una característica: que se trata de una iniciación de oficio.

Simbólicamente los masones trabajamos en la construcción del Templo del Espíritu; construcción que es simultáneamente exterior e interior, y las herramientas simbólicas son las mismas que utilizaban los constructores de catedrales. El Mazo y el Cincel, el Nivel y la Plomada, la Escuadra y el Compás, son los útiles con los que contamos y que debemos aprender a utilizar en nuestra propia actividad diaria, sea cual sea.

De este modo, el trabajo –del que Guénon afirma que tal como lo entienden los contemporáneos es una anormalidad, por haber perdido la vinculación con su principio edificante– dejará de ser sentido como una carga o un mero medio de satisfacer necesidades y devendrá una actividad iniciática integrada en el proceso del trabajo interior, que no es sino

aquello que puede hacerse con uno mismo en vista a alcanzar un desarrollo espiritual en la medida que sea.1

Desde esta perspectiva, la iniciación de oficio otorgada por la Masonería pertenece al ámbito de lo que la Tradición Hindú denomina karma-yoga, entendiendo por karma acción ritual. Es decir, no se trata en modo alguno de la acción por la acción, compulsiva, frenética y desorientada, expresión de la falta de equilibrio interior, ni por supuesto de la acción realizada con vistas a obtener resultados materiales inmediatos. No tiene, en fin, nada que ver con lo que los modernos llamarían una actividad eficaz, productiva y rentable. Antes bien, se trata de la acción dirigida y ofrecida por y al Principio Superior a cuya Gloria se realiza.

Ni que decir tiene que aun cuando el soporte que la Masonería utiliza para su trabajo iniciático es la acción, ésta se sustenta en la meditación, la lectura de los textos sagrados y la oración.

Para terminar esta breve reflexión podríamos definir a la Masonería como una Orden iniciática depositaria de la Tradición Hermética de Occidente que transmite una iniciación de oficio, lo que por otro lado nos lleva a concluir que lo fundamental en la Masonería en sí, es aquello de lo que es expresión, es decir la Tradición Hermética, manifestación a su vez de la Tradición Primigenia


NOTA
* Este trazado pertenece al volumen de arquitectura: La Logia Viva, Simbolismo y Masonería, publicado por Ed. Obelisco, Barcelona, julio 2006.
1 

Acerca del mismo tema, y profundizando en su significado iniciático y simbólico, ver "Sobre la 'Glorificación del Trabajo'", de René Guénon (cap. X de Initiation et réalisation spirituelle. Ed. Traditionnelles, París 1998).



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