LA MASONERIA Y EL 11-M
SIETE MAESTROS MASONES

VIII
LA VERDAD PREVALECERA

Hay señales cada vez más evidentes de que lo que la doctrina tradicional de los ciclos designa como "fin de los tiempos" ha empezado ya. Lo cual no por haber sido anunciado, descrito, y en cierto modo esperado deja de conmovernos. ¿Cómo prepararnos ante los acontecimientos que se van a ir sucediendo? Pienso que como masones debemos ante todo considerarnos hombres y mujeres afortunados, y no porque vayamos a librarnos en ninguna medida de la crudeza de estos acontecimientos, sino porque nos han sido legados los instrumentos para leer a través de ellos. Sabemos que tras un periodo de confusión, la Verdad prevalecerá, y que según las palabras del hermano René Guénon "el fin del mundo no es nunca ni podrá ser jamás algo diferente del fin de una ilusión". (El Reino de la cantidad y los signos de los tiempos. Cap. XL).

Cada uno de nosotros ha tenido la oportunidad de experimentar a lo largo de su camino que es precisamente "cuando todo parece perdido cuando todo es salvado", y no dudamos que esto es también válido a nivel cósmico. Igualmente tenemos la certeza, porque lo hemos vivido, de que en los momentos más difíciles es cuando hay que "redoblar los esfuerzos", y por tanto los trabajos en nuestra Respetable Logia deben, como se está haciendo, apuntar siempre a lo más alto, fortalecernos en la doctrina, imbuirnos de metafísica para que podamos "continuar fuera la obra empezada en el Templo". No se están oyendo en el mundo voces que nombren la realidad cualitativa de estos acontecimientos, y por tanto ésta va a ser nuestra labor, que vamos a seguir realizando con todo el rigor pero también con la prudencia necesaria.

Es también evidente que ahora mismo la energía contra-tradicional se está expresando a través del fundamentalismo islámico. Hay señales inequívocas de la inversión que representa, tanto de forma puntual en sus terribles acciones y comunicados como especialmente en la labor soterrada de subversión doctrinal que está llevando a cabo desde hace tiempo. Está por tanto claro quién es el enemigo, y también que será sobre todo la verticalidad de nuestros trabajos lo que nos va a fortalecer frente a él. Pero es también interesante ver cómo esta metapolítica se expresa en la horizontalidad de las distintas estrategias políticas.

Y es en este ámbito donde apreciamos, como no podría ser de otra manera dado el estado de degeneración propio de la última etapa del Kali-yuga, la confusión reinante. Estos últimos días se ha vivido en nuestro país un estado de convulsión social y política que ha evidenciado la debilidad de todo el sistema, y hemos presenciado precipitaciones en todos sentidos. Uno mismo ha sentido dichos vaivenes y de alguna manera se ha intentado posicionar ante las distintas opciones que se le presentaban, procediendo no por identificación con ninguna de ellas pero sí por eliminación de las que le parecían más erróneas. A nivel estatal me ha parecido contraproducente la línea que acaba fomentando los nacionalismos abogando por un centralismo uniformador. Y a nivel internacional también me ha parecido errónea una alianza con las fuerzas que por un lado se oponen de una manera más frontal con aquel fundamentalismo islámico, pero que en última instancia parecen alimentarlo. Lo cual no significa tampoco apoyar posiciones de tolerancia e ingenuidad.

En definitiva cuando nos encontramos en el plano horizontal, en el dominio de lo dual y por lo tanto cambiante, es difícil vislumbrar cuál es la mejor estrategia. En todo caso dicha estrategia sólo coincidirá puntualmente con la de determinados partidos cuyos intereses, en el mejor de los casos, no exceden lo económico.

Por todo ello apelo a la Inteligencia, que también se manifiesta a través de la Luz de los hermanos, y apelo también a la prudencia, máxime cuando se nos ha dicho desde los textos sagrados que en el final de los tiempos incluso los elegidos, si no fuera por la Gracia, serían confundidos. Invoquemos pues a esta Gracia, trabajemos, velemos.

 


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