LA MASONERIA Y EL 11-M
SIETE MAESTROS MASONES
III
REFLEXIONES SOBRE EL 11-M

 

Nuestro respeto a los que aún creen en estos tiempos en la posibilidad del Conocimiento y su realización, pese a los mil gestos y posturas que adopte el Adversario que también anida en nuestro interior y que no es sólo un enemigo circunstancial, ya que gracias al mismo y al papel que a él toca, es que en el escenario universal se ha ido apagando la Luz, envejeciendo el mundo, frustrándose cualquier perspectiva por la paulatina muerte del valor del símbolo entre las más crudas y abyectas simulaciones, las más grotescas imposturas "tradicionalistas" en medio de la ignorancia, la crueldad y la injusticia protagonizada por la soberbia y el fanatismo de los que juegan un patético rol con el que los ha marcado el destino, antes de que caiga el telón de la obra.2
  

Recientemente, España, ha sido objetivo del integrismo islámico. Un brutal atentado contra la humanidad se ha perpetrado en Madrid, capital, centro del país.

Sus autores, no por "casualidad" han elegido el punto central, el corazón. Para el mundo profano, tan ajeno al símbolo, al que ven como mero signo convencional, y del que desconocen su valor por completo, este punto puede ser uno entre otros. Los terroristas islámicos que planificaron esta matanza, sí conocen el valor de los símbolos y los utilizan, hasta donde pueden, para sus fines. Profanando e invirtiendo su sentido.

Estos asesinos se disfrazan de tradicionales, dicen actuar en nombre de Dios, ofrecen a sus seguidores el Paraíso como recompensa a sus crímenes. Leíamos hoy en un diario que el llamado Jeque Ahmed Yassin, líder del partido fundamentalista Hamás, decía que los jóvenes que se suicidaban en un atentado eran tan felices como en su noche de bodas. Así, estos fanáticos, los manipulan y utilizan.

¿Cómo es posible que un ser humano, en sus cabales, sea capaz de cometer el doble crimen de suicidarse y asesinar a otros, de atacar y matar a cientos de personas, como el día 11-M en Madrid, con toda su sangre fría? Esta gente, que dice actuar en nombre de Dios, sabe muy bien lo que hace; algunos de ellos al menos, otros muchos son las primeras víctimas de los anteriores, colaboradores inconscientes en ese macabro plan.

Esta gente, si es que se la puede llamar así, estos integristas que van de tradicionales, pertenecen, creemos, a las filas de la "contra-tradición", fase, que sigue a la "anti-tradición" y así como esta última es una desviación del orden tradicional, la primera es una subversión del mismo. La "anti-tradición", como señala Guénon, se ha concretado en el materialismo y en esa fase, Occidente, ha jugado un papel decisivo. Ahora la cosa está peor todavía, pues la "contra-tradición" falsifica la propia idea tradicional.

La disolución, tarea a la que se aplica la "contra-tradición", de pronto se concreta en un exterminio masivo de seres humanos. Llegados a este punto queremos citar al hermano René Guénon: "… el aparente triunfo de la 'contra-tradición' sólo será pasajero y ésta será destruida, precisamente en el momento en que aquél parezca más completo, por la acción de unas influencias espirituales que habrán de intervenir entonces para preparar inmediatamente el 'enderezamiento' final".3

Seguimos leyendo a Guénon: "Como la iniciación es lo que efectivamente representa el espíritu de una tradición, … la propia 'contra-iniciación' habrá de desempeñar un papel semejante respecto a la 'contra-tradición', pero naturalmente sería impropio y erróneo hablar en este caso del espíritu por tratarse precisamente de aquello en donde falta por completo … La 'contra-iniciación', es preciso decirlo, no puede asimilarse a una invención puramente humana que, por su naturaleza, en nada habría de distinguirse de la 'pseudo-iniciación' pura y simple; en verdad es mucho más que esto y, para serlo efectivamente es preciso que, en cierta forma y en cuanto a su propio origen, proceda de la fuente única a la que se vincula toda iniciación y también, con mayor generalidad, todo lo que en nuestro mundo manifiesta la existencia de un elemento 'no-humano'; sin embargo, procede de él por un proceso de degeneración…

"Los representantes de la 'contra-iniciación' ignoran lo esencial, es decir, toda verdad de orden espiritual y metafísico, que incluso en sus más elementales principios se ha convertido en algo perfectamente ajeno a ellos desde el momento en que 'el cielo les ha sido cerrado', cabiendo añadir que tal ignorancia es más total y todavía más irremediable que la de los profanos. Al no poder conducir a los seres hasta los estados 'supra-humanos', como la iniciación, ni limitarse al mero ámbito de lo humano, la 'contra-iniciación' les arrastra indefectiblemente hacia lo 'infra-humano'…

"… Naturalmente para que la imitación por reflexión invertida sea lo más completa posible, pueden constituirse unos centros a los que habrán de vincularse las organizaciones dependientes de la 'contra-iniciación', siendo evidentemente estos de índole puramente 'psíquica' como las influencias que utilizan y transmiten en lugar de espirituales, como en el caso de la iniciación y tradición verdaderas, si bien, en virtud de cuanto acabamos de decir, pueden hasta cierto punto adoptar sus apariencias exteriores, lo que nos da la ilusión de la 'espiritualidad al revés' " (ibid.).

Pensamos que la cultura occidental, Occidente, blanco de los fanáticos islámicos, es quien, por un lado ha fabricado, en su mayor parte, las armas con que es atacado y, por otro las ha puesto prácticamente en sus manos. Como asimismo ha creado toda una infraestructura que está facilitando la labor de destrucción que han emprendido los fundamentalistas.

A la vista de lo ocurrido en Madrid el 11-M o en New York el 11-S puede uno caer en la tentación de excusarlos, aunque sea en parte, viendo esto como una respuesta defensiva del llamado Tercer Mundo frente a Occidente; una venganza, una reacción a la acción de la cultura occidental. Pero no nos engañemos, el integrismo islámico no es una víctima del capitalismo, por el contrario, ellos forman parte de ese mundo, mucha de esa gente ha sido educada en U.S.A. o Europa, son un poder económico y no unos pobres desvalidos. Esto no es un ajuste de cuentas, un acto de defensa. Es terrorismo puro.

Al Qaeda ha señalado a la Masonería como uno de sus objetivos –y ya la ha atacado en Turquía–, junto con los judíos y, Occidente en general.

¿Qué tienen contra la Masonería? La Masonería es una Orden iniciática y eso la convierte automáticamente en el enemigo para ellos. A la Masonería la quieren destruir, a Occidente humillar y conquistar; todo con la prepotencia, el orgullo y la ignorancia de quienes se han erigido a sí mismos en portavoz de la verdad, utilizando la tradición islámica como vestidura para ocultar su verdadero rostro.

 


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NOTAS
2 SYMBOLOS, Revista Internacional de Arte - Cultura - Gnosis, Nš 21-22: "Ciclología - Fin de Ciclo IV". Carta Editorial. Barcelona 2001.
3 René Guénon, El Reino de la Cantidad y los signos de los tiempos. Editorial Ayuso, Madrid 1976. Capítulo XXXVIII.
   


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